Discapacidad Auditiva
En la actualidad se entiende por discapacidad auditiva lo que tradicionalmente se ha considerado como sordera, término usado generalmente para describir todos los tipos y grados de pérdida auditiva y frecuentemente utilizado como sinónimo de deficiencia auditiva e hipoacusia; de manera que el uso del término sordera puede hacer referencia tanto a una pérdida auditiva leve como profunda.
Clasificación
Desde una perspectiva educativa las personas con discapacidad auditiva se suelen clasificar en dos grandes grupos:
Hipoacúsicos
Hay disminución de la sensibilidad auditiva pero resulta funcional para la vida diaria, aunque necesitan el uso de prótesis. Puede adquirir el lenguaje oral por vía auditiva.
Cofóticos
Su audición no es funcional para la vida diaria y no les posibilita la adquisición del lenguaje oral por vía auditiva. La visión se convierte en el principal lazo con el mundo y en el principal canal de comunicación.
Criterio de intensidad (cantidad de pérdida)
Hipoacusia leve: 20-40 dB
La persona puede oír el teléfono, así como hablar con otro mientras no haya ruidos. Puede o no llevar prótesis.
Hipoacusia media: 40-70 dB
Se puede adquirir la oralidad por vía auditiva, si se cuenta con una buena prótesis, estimulación auditiva y apoyo logopédico.
Hipoacusia severa: 70-90 dB
Hipoacusia profunda: +90 dB
En el proceso de adquisición del lenguaje será imprescindible la intervención logopédica para lograr un habla inteligible y un lenguaje estructurado y rico en vocabulario.
Necesitan la ayuda de códigos de comunicación alternativa o susceptibles de realizarles un implante coclear.
Criterio según el momento de adquisición
Sordera Prelocutiva
- Acaecida antes de que el niño haya adquirido el habla.
Sordera Postlocutiva
- Posterior a la adquisición del habla.
Según su etiología:
Sordera Hereditaria
- Sordera genética o congénita. Causada por la alteración de un gen.
Sordera Adquirida
- De origen prenatal por: infecciones (rubeola), fetopatias (hemorragias).
- De origen perinatal: prematuridad, anoxia, trauma obstétrico (en el momento del parto).
- De origen postnatal: infecciones (meningitis, otitis), tóxicos exógenos (antibióticos), afecciones metabólicas: (hipotiroidismo, diabetes y ciertas alteraciones proteicas).
Clasificación de pérdida auditiva según la localización de la lesión
- Pérdida Auditiva Conductiva o de Transmisión (oído externo o medio)
- Pérdida Auditiva Neurosensorial (oído interno: carencia de células sensoriales)
- Pérdida Auditiva Mixta (oído externo, medio e interno)
- Pérdida Auditiva Retrococlear
Un problema que tenga como consecuencia la ausencia o el deterioro del nervio acústico puede ocasionar una pérdida auditiva retrococlear.
Los audífonos y los implantes cocleares no son efectivos, ya que el nervio no puede transmitir la información de sonido necesaria al cerebro. En algunos casos puede ser útil el implante de tronco cerebral.
Al niño sordo, solo le llegan restos del lenguaje oral. Debe aprender al mismo tiempo lo que se dice, cómo se dice, y porqué y cuando decirlo.
En consecuencia, la comprensión y producción del léxico es lenta, reducida e inestable. Los tiempos verbales, los artículos, las preposiciones, junto con la estructura sintáctica, constituyen el mayor impedimento para desarrollar el lenguaje oral.
Fuera del contacto directo, las posibilidades de comunicación y comprensión de los deficientes auditivos se reducen a la mirada. No hay previsibilidad por el ruido de unos pasos que se acercan. Los sucesos le llegan de forma abrupta, a menudo por el contacto con su cuerpo.
Cuando no tienen otras deficiencias asociadas, las personas con deficiencia auditiva tienen una capacidad intelectual similar a la que poseen los oyentes, aunque su desarrollo cognitivo puede verse limitado, en algunos casos, por sus dificultades lingüísticas, la regulación del comportamiento, los sentimientos de inseguridad y las dificultades en sus relaciones sociales, ocasionadas por el desconocimiento de las normas sociales, que son también una consecuencia de las limitaciones en el lenguaje.
Consecuencias socioafectivas
La falta de sonido genera una cierta inestabilidad emocional que más adelante, podrá expresarse de forma más hostil.
El sordo, en situaciones de comunicación con oyentes, percibe frecuentemente que no le entienden y que él, no entiende a los demás, por lo que se producen situaciones de incomodidad y aislamiento, que van a repercutir negativamente en futuras relaciones de tipo social con el mundo oyente.
Tipos de comunicación a disposición del niño sordo
Sistema verbo tonal
- Aprovechamiento de restos auditivos.
Lectura labio-facial
- Reconocer el lenguaje a partir de signos y movimientos de la cara, particularmente de la boca.
Palabra complementaria
- Reduce problemas comunicativos y apoya al lenguaje oral.
Lenguaje de signos
- Sistema de símbolos producidos con las manos.
Dactilología
- Hacer cada letra con un signo diferente. Es lento pero efectivo.
Comunicación bimodal
- Se usa el lenguaje de signos a la vez que se habla.
Comunicación total
- Es la utilización de uno o más métodos para hacer efectiva la comunicación.
Bilingüismo
Lengua de signos complementada con el lenguaje oral., es parecido a la comunicación total.
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