domingo, 17 de enero de 2016

¿CUALES SON LOS PROBLEMAS DE LENGUAJE MAS FRECUENTES QUE PRESENTA UN NIÑO CON DISCAPACIDAD MOTRIZ?

¿Cuales son los Problemas de Lenguaje  mas frecuentes que presenta un niño con Discapacidad Motriz?

Vamos empezar analizando que entendemos por discapacidad  y que entendemos por motricidad.
Para delimitar el concepto de "Discapacidad motora", recurriendo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y lo diferenciaremos del concepto de deficiencia y minusvalía:

Deficiencia: Una Deficiencia es entendida como una perdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica.

Discapacidad: Es toda restricción o ausencia, debida a una deficiencia, de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano. Representa e indica las consecuencias de la deficiencia desde el punto de vista del rendimiento funcional y de la actividad del individuo. 

Minusvalía: Situación desventajosa para determinados individuos como consecuencia de una deficiencia o discapacidad, que limita o impide el desarrollo y desempeño de un rol que es normal en su caso. Es decir, se refiere a las desventajas que sufre el sujeto como consecuencia de su deficiencia o discapacidad. 
 


A un alumno le puede faltar un segmento de una pierna (agenesia de miembro), este hecho seria la deficiencia. Al intentar caminar, por ejemplo, se evidenciaría la discapacidad. si dispone de una prótesis pero no puede articular la rodilla (flexionar-extender la pierna) para subir/bajar escaleras, se estará evidenciando la minusvalía. 

¿Que entendemos por "Motricidad"?

Por motricidad vamos a entender toda respuesta motora. 
para que se produzca una respuesta motora es necesario: 
  • percibir un estimulo 
  • procesar la información que aporta ese estimulo 
  • elaborar un patrón motor 
  • estructurar una orden motora
  • que sera conducida por los nervios periféricos
  • y que inervará unos músculos, articulaciones y huesos que configuran el aspecto/aparato ejecutor. 



Desarrollo de la Comunicación y el Lenguaje en niños con Discapacidad Motora. 

Los niños y las niñas con discapacidad motora pueden aprenden a comunicarse y adquirir un determinado nivel de lenguaje, muy sofisticado o mas elemental según los casos, aunque muy a menudo será necesario organizar estrategias especiales para garantizar este aprendizaje. La disfunción motora no siempre dificulta la adquisición del lenguaje, las habilidades de comunicación o la producción del habla. Algunos de estos niños y jóvenes adquieren estas habilidades y competencias siguiendo un proceso normal o no muy alejado de éste. Otros requieren  mas tiempo y, a pesar de tener graves dificultades en el sistema articulatorio, son entusiastas comunicadores y disponen de excelentes competencias lingüísticas. Es necesario mencionar que, en algunos casos, las dificultades bucofonatorias impiden completamente el uso del habla para comunicarse con la habilidad esperada en comparación con el nivel de comprensión. En estos casos será necesario utilizar sistemas aumentativos y alternativos de comunicación, por medio de los cuales algunos niños pueden aprender los aspectos formales, el contenido y uso del lenguaje y  proseguir una normalización social aceptable. Cabe pues afirmar que la propia discapacidad motora y las dificultades que conllevan otros posibles trastornos asociados constituyen un factor de riesgo en el desarrollo de la comunicación y lenguaje de muchos niños. La dificultad de realizar movimientos, de producir vocalizaciones claras y de responder al lenguaje  de los demás con rapidez y la precisión a la que está habituado sitúan al niño a las personas de su entorno a las condiciones adversas para establecer las relaciones que de forma natural facilitan la adquisición de las habilidades comunicativas, lingüísticas y cognitivas.  Al no poder desarrollar estas habilidades en su potencial máximo se reducirán las oportunidades para aprovechar las condiciones que de manera natural se producen  y se verá también afectado el acceso alas situaciones educativas mas estructuradas y complejas. 
Los adultos responde de forma natural a señales comunicativas como un sonrisa, un movimiento de las manos, una mirada, una vocalización. 
Cuando esto movimientos no se producen, suceden de forma involuntaria, o se realizan voluntariamente pero con patrones quinestésicos atípicos, el niño puede tener dificultades en producir el tipo de indicadores comunicativos que las personas de nuestra sociedad han aprendido a entender. Es decir, en caso de grave discapacidad motora, adulto y niño pueden perder muchas oportunidades para establecer las primera interacciones positivas e instructivas en las que se asienta el desarrollo posterior del lenguaje. Estas oportunidades se pueden perder por causa de la discapacidad motora y los trastornos asociados que pueden existir, y por las dificultades que las personas del entorno del niño suelen tener  para adaptarse algunos indicadores de interacción poco habituales.  

Desarrollo de la comunicación y del lenguaje

En los trastornos leves y con ninguna implicación neurológica el desarrollo comunicativo puede ser alterado más bien a nivel de asistencia en la escolaridad y en la parte emocional y afectiva que el niño interioriza. Por parte de la familia y de los profesores es necesario en estos casos un programa que pueda salvaguardar este tipo de deficiencias.
Donde ya surgen problemas es en los casos donde se notan afectados durante más tiempo y con estructuras más profundas, como en el caso de la espina bífida, miopatías y P.C. y, en general, todos los problemas neuronales que afectan al lenguaje o tienen relación con él.
También son característicos los trastornos en el desarrollo del habla y del lenguaje. Las probabilidades de que ocurran trastornos en el desarrollo del habla en el niño afectado de Def. Motora son casi totales; según Tardieu (citado en Chevrie, 1972), el 75 % de los niños afectados de Def. Motora necesitan una reeducación ortofónica. Las lesiones cerebrales producen casi siempre alteraciones del aspecto motor-expresivo del lenguaje, determinadas por una perturbación, más o menos grave, del control de los órganos motrices bucofonatorios, que puede afectar la ejecución (disartria) o la propia organización del acto motriz (apraxia). Las consecuencias de estos trastornos son variables, pueden alterar en mayor o menor grado la inteligibilidad del lenguaje hablado o, incluso, pueden impedirlo por completo. En muchos casos, estos trastornos motores de los órganos bucofonatorios afectan otras funciones además del habla, como son la masticación, la deglución, el control de la saliva o la respiración. Sin embargo, si no ocurren otros problemas asociados, la comprensión del lenguaje puede desarrollarse correctamente. En algunas ocasiones, menos frecuentes, la lesión cerebral puede condicionar trastornos específicos del lenguaje y no solamente del acto motor del habla, como las disfasias, trastornos que, aun no estando relacionados con déficits sensoriales (sordera, etc.) o cognitivos, pueden afectar tanto la expresión como la comprensión del lenguaje. Si la Def. Motora se encuentra asociada a otros trastornos, sensoriales o intelectuales, el panorama de dificultades en el desarrollo del lenguaje del niño puede llegar a ser complejísimo. En estos casos podemos encontrar desde las dificultades en la adquisición del lenguaje propias de la sordera, hasta los problemas para el aprendizaje del lenguaje debidas a déficits cognitivos, pasando por la posible presencia de agnosias auditivas que conllevan una afectación del reconocimiento de los sonidos del lenguaje. De todo ello podemos deducir la necesidad de llevar a cabo una exploración exhaustiva de los trastornos en el desarrollo del lenguaje que presente cada alumno afectado de Def. Motora, con el fin de llegar a un correcto diagnóstico de los mismos que nos permita seleccionar la orientación educativa y terapéutica apropiada a cada caso. Para una revisión más exhaustiva sobre los problemas de lenguaje y habla en la Def. Motora pueden consultarse los trabajos de Chevrie-Muller (1987); Loebell (1976); Perelló (1977), Perelló, Ponces y Tresserra (1973), y Puyuelo (1982), entre otros.

Características del Lenguaje en niños/as con P.C.

Varían los problemas de lenguaje de un niño a otro así como la frecuencia puntual de cada problema asociado al lenguaje; ante todo será la dificultad motora en la ejecución del habla (disartria) la que se vera afectada. El ámbito de la recepción también se verá afectado, por lo que la adquisición del lenguaje tendrá sus dificultades.
El aprendizaje del lenguaje en algunos casos se verá afectado por la falta de estimulación lingüística; al estar la parte comprensiva dañada, el lenguaje interior será más deficiente, afectando también al pensamiento.
Según la forma clínica espástica, atetósica o atáxica la deficiencia lingüística variará: desde la rigidez de los labios, lengua, etc., ocasionando un lento movimiento y mala coordinación en la espástica; problemas auditivos y tono flojo en los órganos de la voz en la segunda modalidad de P.C. (Atetósica) y voz oscilante y lenta en caso atáxico.
Los procesos de adquisición y empleo de sistemas de comunicación verbal y escrita van a estar alterados, especialmente en los aspectos expresivos.
Son característicos los trastornos en el desarrollo del habla y del lenguaje, afectando prácticamente a todos los sujetos con PC. Las lesiones cerebrales producen casi siempre alteraciones del aspecto motor-expresivo del lenguaje, afectando la ejecución (disartrias) o la organización del acto motor (aprasias) con consecuencias variables en lenguaje hablado, hasta incluso impedirlo.
Estos trastornos motores de los órganos bucofonatorios afectan también otras funciones: masticación, deglución, respiración, control de la saliva.
La comprensión puede desarrollarse correctamente, o también estar afectada (disfasia) al margen de déficits sensoriales o cognitivos.
Si la P.C., se encuentra asociada a otros sensoriales o intelectuales, las dificultades en el desarrollo del lenguaje son complejisimas.
El desarrollo del lenguaje escrito también se va a ver afectado, especialmente los aspectos expresivos. Estas dificultades comunicativas alterarando enormemente su participación en actividades académicas produciendo al tiempo una infravaloración de su incapacidad intelectual y de sus posibles rendimientos.
De modo más general los trastornos en el área de la adquisición del lenguaje, teniendo en cuenta su movilidad en función de la gravedad del trastorno, serían a nivel fonológico, a nivel semántico y a nivel morfosintáctico.
Desde la variación motórica de la expresión y también teniendo en cuenta la profundidad de la lesión, tendríamos implicadas las partes asociadas a la emisión de voz, aparato fonatorio y problemas de fonación-articulación.

a) Deterioro a nivel fonológico
Dadas las dificultades motoras, al niño le resultará difícil pronunciar consonantes; también puede tener retraso por deficiencia auditiva; en general, irá adquiriendo vocales, consonantes y dobles con sonantes con retraso, pero evolucionando; pasaría por las mismas fases que el niño normal.

b) Deterioro a nivel semántico
El número de interlocutores es reducido ya que la cantidad y la calidad de interacciones lingüísticas se reduce, limitándose así sus capacidades lingüísticas, por lo que tendrá un lenguaje más recortado y pobre, limitado por la propia deficiencia.

c) Deterioro a nivel mofosintáctico
Dadas las dificultades motóricas, sus frases son cortas, por lo que procede adaptar el texto a sus deficiencias, aunque esto conlleve, como es lógico, una disminución del léxico. Este deterioro estaría también asociado a la menor estimulación a nivel visual, sensorial; así se ve empobrecido su campo de experiencias y como consecuencia la asociación lingüística a ellas.

d) Deterioro de las partes asociadas a la emisión de voz
Al tener deterioro muscular, no sólo a nivel de extremidades sino a nivel de todo el cuerpo,el niño está afectado negativamente en el habla, por tener problemas de relajación y contracción en músculos, pulmones y otros órganos corporales que intervienen en la emisión de voz.

e) Deterioro del aparato fonatorio-respiratorio
Junto con la descoordinación del soplo por interrupciones, la toma de aire por la boca y la aspiración superficial, suelen tener bloqueos del diafragma, por lo que la funcionalidad de la emisión del aire por la fonación se ve alterada.

f) Deterioro de la fonación y articulación
La zona orofaríngea y el velo del paladar no suelen tener completa su funcionalidad; también suele haber otras zonas defectuosas que afectan a la resonancia.
La lengua, los labios, etc., no le dejan hacer los movimientos finos para la emisión del habla alterándose el ritmo, el tono y, en general, todo el proceso del lenguaje.
En los problemas motores suelen estar implicados la mímica y el lenguaje no verbal por lo que la expresión suele ser brusca o lenta. Los reflejos orales suelen persistir durante más tiempo; por tanto, la deglución y la masticación están alteradas, los balbuceos y otros trastornos de la voz se manifiestan desde las edades tempranas. Los reflejos faríngeos ocasionan interrupción de vibraciones sonoras, sonorización intermitente o forzada y fonación durante la inspiración (Azcoaga, 1991). Se produce también volumen irregular asociado a los espasmos diafragmáticos.

g) Deterioro de la discriminación auditiva
Las capacidades de discriminación de frecuencias auditivas situadas entre los 400 y los 2000 Hz son muy inferiores en los niños con P.C. según señalan Faires y Lankford (1970).

h) Deterioro del ritmo de la palabra
Se producen interrupciones de la palabra o vocalizaciones a sacudidas que aparecen durante la fase inspiratoria. Se atribuye a déficits nerviosos de origen central que ocasionan a la vez déficit de la transmisión de las retroalimentaciones auditivas y propioceptivas y de la regulación de los sistemas respiratorios y fonatorios (Rondal y Serón, 1991).

 Características del Lenguaje del niño/a con espina bífida y miopatías

En el primero de los casos el problema es más educacional que de lenguaje, manifestándose, en los primeros años, por una gran logorrea, por lo que puede confundir al especialista; Lo que importa no es ya tanto la cantidad de producción de lenguaje sino el entendimiento, ya que suelen presentar alteraciones a nivel de atención e hiperactividad en los procesos de aprendizaje, sobre todo a nivel de escritura; en dibujo se pueden ver retrasados.
La precocidad y superioridad del lenguaje, en particular en los casos de espina bífida con hidrocefalia, confunde algunas veces ya que es fácil creer que tienen una capacidad verbal mayor que la que realmente tienen. El control sobre estos sujetos es necesario, pues en caso de tener demasiado líquido podrían dañarse estructuras neuronales produciéndose trastornos a nivel de lenguaje o de otra índole.
En el caso de las miopatías, y sobre todo en las de índole mayor DDB-I, hay que tener en cuenta la continua degeneración de la enfermedad; no por ello los niños afectados tienen una inteligencia deteriorada ni tampoco las capacidades lingüísticas; es posible que se vea más afectado el lenguaje no verbal en el curso avanzado de la enfermedad. En el caso de espina bífida se notan las ausencias en la escuela, así como también la personalidad que va adquiriendo el individuo durante el curso de la enfermedad.
Hay que tener en cuenta que el desarrollo escolar es normal cuando se inserta al alumno en el ámbito escolar y mientras puede asistir; después, su falta progresiva de movilidad le desmotivará al no poder participar activamente.
Para enfocar de forma distinta los trastornos motores del lenguaje tomaremos la que presenta Antonio Sos Abad (Logopedía Práctica). En ésta, el punto de vista logopédico dado a los trastornos motores hace que no aparezcan asociados a un tipo de enfermedad o a otro.

Comunicación 
Se encuentra que algunos de estos alumnos tienen un buen nivel de comprensión del lenguaje, pero carecen de la posibilidad de expresión, porque su habla es ininteligible. Por ello el maestro debe conocer que es capaz de expresar y que es capaz de comprender, a fin de no confundir ambos aspectos, en detrimento de las posibilidades del alumno.

Si un alumno carece del lenguaje oral habrá que tener en cuenta las diferentes modalidades expresivas que puede utilizar para comunicarse. Se utilizan para posibilitar la comunicación sistemas alternativos o suplementarios: lengua de señas, método Bliss, que en cualquier caso deben ser brindados por los especialistas.





1 comentario:

  1. Hola Fabiola

    la información es amplia, pertinente y de calidad. Puede acompañarse de imagenes y espacios entre parrafos para hacer mas amable la lectura, nos indicas
    "Para una revisión más exhaustiva sobre los problemas de lenguaje y habla en la Def. Motora pueden consultarse los trabajos de Chevrie-Muller (1987); Loebell (1976); Perelló (1977), Perelló, Ponces y Tresserra (1973), y Puyuelo (1982), entre otros" Sin embargo NO indicas las fuentes de consulta o ligas para acceder a ello, es importante para un blogger instalar estas dos ideas o al menos una.
    Incluye fuentes de consulta, eso da valor académico a tus textos

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