¿Cuales son los Problemas de Lenguaje mas frecuentes que presenta un niño con Discapacidad Motriz?
Vamos empezar analizando que entendemos por discapacidad y que entendemos por motricidad.
Para delimitar el concepto de "Discapacidad motora", recurriendo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y lo diferenciaremos del concepto de deficiencia y minusvalía:
Deficiencia: Una Deficiencia es entendida como una perdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica.
Discapacidad: Es toda restricción o ausencia, debida a una deficiencia, de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano. Representa e indica las consecuencias de la deficiencia desde el punto de vista del rendimiento funcional y de la actividad del individuo.
Minusvalía: Situación desventajosa para determinados individuos como consecuencia de una deficiencia o discapacidad, que limita o impide el desarrollo y desempeño de un rol que es normal en su caso. Es decir, se refiere a las desventajas que sufre el sujeto como consecuencia de su deficiencia o discapacidad.
A un alumno le puede faltar un segmento de una pierna (agenesia de miembro), este hecho seria la deficiencia. Al intentar caminar, por ejemplo, se evidenciaría la discapacidad. si dispone de una prótesis pero no puede articular la rodilla (flexionar-extender la pierna) para subir/bajar escaleras, se estará evidenciando la minusvalía.
¿Que entendemos por "Motricidad"?
Por motricidad vamos a entender toda respuesta motora.
para que se produzca una respuesta motora es necesario:
- percibir un estimulo
- procesar la información que aporta ese estimulo
- elaborar un patrón motor
- estructurar una orden motora
- que sera conducida por los nervios periféricos
- y que inervará unos músculos, articulaciones y huesos que configuran el aspecto/aparato ejecutor.
Desarrollo de la Comunicación y el Lenguaje en niños con Discapacidad Motora.
Los niños y las niñas con discapacidad motora pueden aprenden a comunicarse y adquirir un determinado nivel de lenguaje, muy sofisticado o mas elemental según los casos, aunque muy a menudo será necesario organizar estrategias especiales para garantizar este aprendizaje. La disfunción motora no siempre dificulta la adquisición del lenguaje, las habilidades de comunicación o la producción del habla. Algunos de estos niños y jóvenes adquieren estas habilidades y competencias siguiendo un proceso normal o no muy alejado de éste. Otros requieren mas tiempo y, a pesar de tener graves dificultades en el sistema articulatorio, son entusiastas comunicadores y disponen de excelentes competencias lingüísticas. Es necesario mencionar que, en algunos casos, las dificultades bucofonatorias impiden completamente el uso del habla para comunicarse con la habilidad esperada en comparación con el nivel de comprensión. En estos casos será necesario utilizar sistemas aumentativos y alternativos de comunicación, por medio de los cuales algunos niños pueden aprender los aspectos formales, el contenido y uso del lenguaje y proseguir una normalización social aceptable. Cabe pues afirmar que la propia discapacidad motora y las dificultades que conllevan otros posibles trastornos asociados constituyen un factor de riesgo en el desarrollo de la comunicación y lenguaje de muchos niños. La dificultad de realizar movimientos, de producir vocalizaciones claras y de responder al lenguaje de los demás con rapidez y la precisión a la que está habituado sitúan al niño a las personas de su entorno a las condiciones adversas para establecer las relaciones que de forma natural facilitan la adquisición de las habilidades comunicativas, lingüísticas y cognitivas. Al no poder desarrollar estas habilidades en su potencial máximo se reducirán las oportunidades para aprovechar las condiciones que de manera natural se producen y se verá también afectado el acceso alas situaciones educativas mas estructuradas y complejas.
Los adultos responde de forma natural a señales comunicativas como un sonrisa, un movimiento de las manos, una mirada, una vocalización.
Cuando esto movimientos no se producen, suceden de forma involuntaria, o se realizan voluntariamente pero con patrones quinestésicos atípicos, el niño puede tener dificultades en producir el tipo de indicadores comunicativos que las personas de nuestra sociedad han aprendido a entender. Es decir, en caso de grave discapacidad motora, adulto y niño pueden perder muchas oportunidades para establecer las primera interacciones positivas e instructivas en las que se asienta el desarrollo posterior del lenguaje. Estas oportunidades se pueden perder por causa de la discapacidad motora y los trastornos asociados que pueden existir, y por las dificultades que las personas del entorno del niño suelen tener para adaptarse algunos indicadores de interacción poco habituales.
Desarrollo
de la comunicación y del lenguaje
En
los trastornos leves y con ninguna implicación neurológica el desarrollo
comunicativo puede ser alterado más bien a nivel de asistencia en la
escolaridad y en la parte emocional y afectiva que el niño interioriza. Por
parte de la familia y de los profesores es necesario en estos casos un programa
que pueda salvaguardar este tipo de deficiencias.
Donde
ya surgen problemas es en los casos donde se notan afectados durante más tiempo
y con estructuras más profundas, como en el caso de la espina bífida, miopatías
y P.C. y, en general, todos los problemas neuronales que afectan al lenguaje o
tienen relación con él.
También
son característicos los trastornos en el desarrollo del habla y del lenguaje.
Las probabilidades de que ocurran trastornos en el desarrollo del habla en el
niño afectado de Def. Motora son casi totales; según Tardieu (citado en
Chevrie, 1972), el 75 % de los niños afectados de Def. Motora necesitan una
reeducación ortofónica. Las lesiones cerebrales producen casi siempre
alteraciones del aspecto motor-expresivo del lenguaje, determinadas por una
perturbación, más o menos grave, del control de los órganos motrices
bucofonatorios, que puede afectar la ejecución (disartria) o la propia
organización del acto motriz (apraxia). Las consecuencias de estos trastornos
son variables, pueden alterar en mayor o menor grado la inteligibilidad del
lenguaje hablado o, incluso, pueden impedirlo por completo. En muchos casos,
estos trastornos motores de los órganos bucofonatorios afectan otras funciones
además del habla, como son la masticación, la deglución, el control de la
saliva o la respiración. Sin embargo, si no ocurren otros problemas asociados,
la comprensión del lenguaje puede desarrollarse correctamente. En algunas
ocasiones, menos frecuentes, la lesión cerebral puede condicionar trastornos
específicos del lenguaje y no solamente del acto motor del habla, como las
disfasias, trastornos que, aun no estando relacionados con déficits sensoriales
(sordera, etc.) o cognitivos, pueden afectar tanto la expresión como la
comprensión del lenguaje. Si la Def. Motora se encuentra asociada a otros
trastornos, sensoriales o intelectuales, el panorama de dificultades en el
desarrollo del lenguaje del niño puede llegar a ser complejísimo. En estos
casos podemos encontrar desde las dificultades en la adquisición del lenguaje
propias de la sordera, hasta los problemas para el aprendizaje del lenguaje
debidas a déficits cognitivos, pasando por la posible presencia de agnosias
auditivas que conllevan una afectación del reconocimiento de los sonidos del
lenguaje. De todo ello podemos deducir la necesidad de llevar a cabo una
exploración exhaustiva de los trastornos en el desarrollo del lenguaje que
presente cada alumno afectado de Def. Motora, con el fin de llegar a un
correcto diagnóstico de los mismos que nos permita seleccionar la orientación
educativa y terapéutica apropiada a cada caso. Para una revisión más exhaustiva
sobre los problemas de lenguaje y habla en la Def. Motora pueden consultarse
los trabajos de Chevrie-Muller (1987); Loebell (1976); Perelló (1977), Perelló,
Ponces y Tresserra (1973), y Puyuelo (1982), entre otros.
Características
del Lenguaje en niños/as con P.C.
Varían
los problemas de lenguaje de un niño a otro así como la frecuencia puntual de
cada problema asociado al lenguaje; ante todo será la dificultad motora en la
ejecución del habla (disartria) la que se vera afectada. El ámbito de la
recepción también se verá afectado, por lo que la adquisición del lenguaje
tendrá sus dificultades.
El
aprendizaje del lenguaje en algunos casos se verá afectado por la falta de
estimulación lingüística; al estar la parte comprensiva dañada, el lenguaje
interior será más deficiente, afectando también al pensamiento.
Según
la forma clínica espástica, atetósica o atáxica la deficiencia lingüística
variará: desde la rigidez de los labios, lengua, etc., ocasionando un lento
movimiento y mala coordinación en la espástica; problemas auditivos y tono
flojo en los órganos de la voz en la segunda modalidad de P.C. (Atetósica) y
voz oscilante y lenta en caso atáxico.
Los
procesos de adquisición y empleo de sistemas de comunicación verbal y escrita
van a estar alterados, especialmente en los aspectos expresivos.
Son
característicos los trastornos en el desarrollo del habla y del lenguaje,
afectando prácticamente a todos los sujetos con PC. Las lesiones cerebrales
producen casi siempre alteraciones del aspecto motor-expresivo del lenguaje,
afectando la ejecución (disartrias) o la organización del acto motor (aprasias)
con consecuencias variables en lenguaje hablado, hasta incluso impedirlo.
Estos
trastornos motores de los órganos bucofonatorios afectan también otras
funciones: masticación, deglución, respiración, control de la saliva.
La
comprensión puede desarrollarse correctamente, o también estar afectada
(disfasia) al margen de déficits sensoriales o cognitivos.
Si
la P.C., se encuentra asociada a otros sensoriales o intelectuales, las
dificultades en el desarrollo del lenguaje son complejisimas.
El
desarrollo del lenguaje escrito también se va a ver afectado, especialmente los
aspectos expresivos. Estas dificultades comunicativas alterarando enormemente
su participación en actividades académicas produciendo al tiempo una
infravaloración de su incapacidad intelectual y de sus posibles rendimientos.
De
modo más general los trastornos en el área de la adquisición del lenguaje,
teniendo en cuenta su movilidad en función de la gravedad del trastorno, serían
a nivel fonológico, a nivel semántico y a nivel morfosintáctico.
Desde
la variación motórica de la expresión y también teniendo en cuenta la
profundidad de la lesión, tendríamos implicadas las partes asociadas a la
emisión de voz, aparato fonatorio y problemas de fonación-articulación.
a) Deterioro
a nivel fonológico
Dadas
las dificultades motoras, al niño le resultará difícil pronunciar consonantes;
también puede tener retraso por deficiencia auditiva; en general, irá
adquiriendo vocales, consonantes y dobles con sonantes con retraso, pero
evolucionando; pasaría por las mismas fases que el niño normal.
b) Deterioro
a nivel semántico
El
número de interlocutores es reducido ya que la cantidad y la calidad de
interacciones lingüísticas se reduce, limitándose así sus capacidades
lingüísticas, por lo que tendrá un lenguaje más recortado y pobre, limitado por
la propia deficiencia.
c) Deterioro
a nivel mofosintáctico
Dadas
las dificultades motóricas, sus frases son cortas, por lo que procede adaptar
el texto a sus deficiencias, aunque esto conlleve, como es lógico, una
disminución del léxico. Este deterioro estaría también asociado a la menor
estimulación a nivel visual, sensorial; así se ve empobrecido su campo de
experiencias y como consecuencia la asociación lingüística a ellas.
d) Deterioro
de las partes asociadas a la emisión de voz
Al
tener deterioro muscular, no sólo a nivel de extremidades sino a nivel de todo
el cuerpo,el niño está afectado negativamente en el habla, por tener problemas
de relajación y contracción en músculos, pulmones y otros órganos corporales
que intervienen en la emisión de voz.
e) Deterioro
del aparato fonatorio-respiratorio
Junto
con la descoordinación del soplo por interrupciones, la toma de aire por la
boca y la aspiración superficial, suelen tener bloqueos del diafragma, por lo
que la funcionalidad de la emisión del aire por la fonación se ve alterada.
f) Deterioro
de la fonación y articulación
La
zona orofaríngea y el velo del paladar no suelen tener completa su
funcionalidad; también suele haber otras zonas defectuosas que afectan a la
resonancia.
La
lengua, los labios, etc., no le dejan hacer los movimientos finos para la
emisión del habla alterándose el ritmo, el tono y, en general, todo el proceso
del lenguaje.
En
los problemas motores suelen estar implicados la mímica y el lenguaje no verbal
por lo que la expresión suele ser brusca o lenta. Los reflejos orales suelen
persistir durante más tiempo; por tanto, la deglución y la masticación están
alteradas, los balbuceos y otros trastornos de la voz se manifiestan desde las
edades tempranas. Los reflejos faríngeos ocasionan interrupción de vibraciones
sonoras, sonorización intermitente o forzada y fonación durante la inspiración
(Azcoaga, 1991). Se produce también volumen irregular asociado a los espasmos
diafragmáticos.
g) Deterioro
de la discriminación auditiva
Las
capacidades de discriminación de frecuencias auditivas situadas entre los 400 y
los 2000 Hz son muy inferiores en los niños con P.C. según señalan Faires y
Lankford (1970).
h) Deterioro
del ritmo de la palabra
Se
producen interrupciones de la palabra o vocalizaciones a sacudidas que aparecen
durante la fase inspiratoria. Se atribuye a déficits nerviosos de origen
central que ocasionan a la vez déficit de la transmisión de las retroalimentaciones
auditivas y propioceptivas y de la regulación de los sistemas respiratorios y
fonatorios (Rondal y Serón, 1991).
Características
del Lenguaje del niño/a con espina bífida y miopatías
En
el primero de los casos el problema es más educacional que de lenguaje,
manifestándose, en los primeros años, por una gran logorrea, por lo que puede
confundir al especialista; Lo que importa no es ya tanto la cantidad de
producción de lenguaje sino el entendimiento, ya que suelen presentar alteraciones
a nivel de atención e hiperactividad en los procesos de aprendizaje, sobre todo
a nivel de escritura; en dibujo se pueden ver retrasados.
La
precocidad y superioridad del lenguaje, en particular en los casos de espina
bífida con hidrocefalia, confunde algunas veces ya que es fácil creer que
tienen una capacidad verbal mayor que la que realmente tienen. El control sobre
estos sujetos es necesario, pues en caso de tener demasiado líquido podrían
dañarse estructuras neuronales produciéndose trastornos a nivel de lenguaje o
de otra índole.
En
el caso de las miopatías, y sobre todo en las de índole mayor DDB-I, hay que
tener en cuenta la continua degeneración de la enfermedad; no por ello los
niños afectados tienen una inteligencia deteriorada ni tampoco las capacidades
lingüísticas; es posible que se vea más afectado el lenguaje no verbal en el
curso avanzado de la enfermedad. En el caso de espina bífida se notan las
ausencias en la escuela, así como también la personalidad que va adquiriendo el
individuo durante el curso de la enfermedad.
Hay
que tener en cuenta que el desarrollo escolar es normal cuando se inserta al
alumno en el ámbito escolar y mientras puede asistir; después, su falta
progresiva de movilidad le desmotivará al no poder participar activamente.
Para
enfocar de forma distinta los trastornos motores del lenguaje tomaremos la que
presenta Antonio Sos Abad (Logopedía Práctica). En ésta, el punto de vista
logopédico dado a los trastornos motores hace que no aparezcan asociados a un
tipo de enfermedad o a otro.
Comunicación
Se
encuentra que algunos de estos alumnos tienen un buen nivel de comprensión del
lenguaje, pero carecen de la posibilidad de expresión, porque su habla es
ininteligible. Por ello el maestro debe conocer que es capaz de expresar y que
es capaz de comprender, a fin de no confundir ambos aspectos, en detrimento de
las posibilidades del alumno.
Si un alumno carece del lenguaje oral habrá que tener en cuenta las diferentes
modalidades expresivas que puede utilizar para comunicarse. Se utilizan para
posibilitar la comunicación sistemas alternativos o suplementarios: lengua de
señas, método Bliss, que en cualquier caso deben ser brindados por los
especialistas.
Hola Fabiola
ResponderBorrarla información es amplia, pertinente y de calidad. Puede acompañarse de imagenes y espacios entre parrafos para hacer mas amable la lectura, nos indicas
"Para una revisión más exhaustiva sobre los problemas de lenguaje y habla en la Def. Motora pueden consultarse los trabajos de Chevrie-Muller (1987); Loebell (1976); Perelló (1977), Perelló, Ponces y Tresserra (1973), y Puyuelo (1982), entre otros" Sin embargo NO indicas las fuentes de consulta o ligas para acceder a ello, es importante para un blogger instalar estas dos ideas o al menos una.
Incluye fuentes de consulta, eso da valor académico a tus textos